Este bello pequén fue recogido de pichón y llevado al Centro de rehabilitación de aves rapaces CRAR. Lamentablemente el pequeño fue demostrando conductas de impronta por su crianza en cautiverio, y no logró pasar las pruebas que permitirían su liberación (como cazar y volar).
Por esta razón llegó a vivir al Refugio, para compartir su vida con Eclipse en un recinto especial para ellos.